Imagen de archivo del transporte de mercancías en el puerto de Palma.

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Los sindicatos UGT y CCOO han anunciado este martes una huelga de transportistas asalariados para mediados de octubre para reclamar la posibilidad de jubilarse anticipadamente aplicando coeficientes reductores. No obstante, han abierto la puerta a un diálogo con la Administración que permita suspender la huelga el próximo mes de septiembre, solo si hay avances más concretos, como un plan de transición hacia la jubilación anticipada, aunque no se han mostrado muy optimistas al respecto. "Quiero anunciaros que tenemos previsto convocar un paro general de transporte para la segunda quincena de octubre", ha dicho en rueda de prensa el secretario del sector carreteras, urbanos y logística de UGT, Diego Buenestado, junto a otros portavoces de ambos sindicatos.

Por su parte, el secretario general del sector de carretera y logística de CCOO, Francisco Vegas, ha recordado que las organizaciones sindicales vienen haciendo esta petición desde hace 20 años, por lo que ha denunciado la inacción del Gobierno. Septiembre, mes clave Tras el anuncio de huelga, los sindicatos no han concretado las actividades que serán objeto de la misma, si será parcial o indefinida, pero, en caso de no llegar a un acuerdo con el Gobierno y la patronal, darán los detalles del paro en dos meses. Vegas también ha resaltado que, por ser una reivindicación general de los trabajadores del sector, la convocatoria de huelga es secundada por los conductores de los transportes por carretera. Además, ha agregado que el sector es de los que más accidentes laborales tiene, "muy por encima de la media", con lo que ha argumentado que "obviamente, la edad influye".

En junio pasado, los sindicatos habían advertido sobre posibles huelgas durante una protesta de cientos de personas frente al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. El Gobierno tiene establecidas ayudas para transportistas autónomos que se retiren por cuestión de edad o por incapacidad, un paquete dotado con un máximo de 9,78 millones de euros este año. Ese plan de ayudas, puesto en marcha en la década de los 90, ha permitido que miles de transportistas hayan podido abandonar la actividad por su avanzada edad o estado de salud, pero no es extensivo a los trabajadores asalariados. La mayor federación del transporte, Fenadismer, ha denunciado que ese plan de ayudas -que en 2022 era de 20 millones de euros y benefició a 648 conductores, lo que arroja una media de 30.865 euros- puede dejar fuera a dos de cada tres solicitudes que se presenten.