Comerciantes y vecinos comparecieron este miércoles. | Pilar Pellicer

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La Asociación de Comerciantes de las calles Bonaire, Santa María del Sepulcro y adyacentes mostraron ayer su «miedo, preocupación y frustración ante un Ajuntament que no escucha» y su «desolación por sentirnos abandonados». Se referían a la inminente ampliación del Acire de Sant Jaume hasta sus calles, que supondrá la prohibición del tráfico rodado para toda aquella persona que no sea residente; una medida incluida en el plan ‘Palma camina' que consideran muy perjudicial para sus negocios por lo que exigen que se retire.

«Nos enteramos del proyecto por los medios e iniciamos una recogida de firmas que en dos semanas ya superaba los 2.000 apoyos, mostramos nuestros malestar    y solo con esas conseguimos que el concejal de Mobilitat, Francesc Dalmau, se dignara a hacernos una visita», lamentó la presidenta de la asociación, Olivia Barceló. Para esta asociación, el resultado de ese encuentro se resume en una «auténtica falta de empatía» por parte del Consistorio. «Parece que no se dan cuenta de los daños que nos ha provocado la pandemia y ahora quieren castigarnos todavía más poniendo trabas a que la ciudadanía acceda al centro».

Los comerciantes reclamaron que «retiren esta medida, primero porque creemos que no se puede realizar una acción que no está contemplada en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) vigente; segundo porque no es momento de hacer experimentos y tercero porque consideramos que el Acire no se puede contemplar en una calle con carácter comercial».

Aseguraron sentir «una honda preocupación por lo que será de nosotros en un futuro próximo», dijo Barceló. «Pedimos que se trabaje en franjas horarias, en zonas de corta estancia, que se amplíen las zonas de carga y descarga. Pedimos creatividad y no destrucción», recalcó Barceló.

Además, advirtieron de que «la ceguera que muestran no les permite ver el coste electoral que les va a suponer la intransigencia y la soberbia en la que se han instalado», ya que, aseveraron, «lo pagará caro, dentro de dos años hablaremos en las urnas lo que no nos han dejado defender a través del diálogo».

    En la rueda de prensa también estuvieron presentes vecinos y el presidente de Afedeco, Toni Gayà. Ignacio Luis, uno de los residentes, reconoció que «este Acire que se va a imponer dificultará la vida de los vecinos».