La aportación total del impuesto de turismo sostenible para este proyecto es de 592.197 euros y forma parte de un proyecto conjunto de electrificación de la flota de las áreas del ciclo del agua presentado a la Agencia de Estrategia Turística de Baleares por parte de siete ayuntamientos mallorquines -Campanet, Inca, Manacor, Palma, Pollença, Sa Pobla y Valldemossa-, por un total de 1,54 millones de euros. En el caso de Emaya, la ayuda se concreta en 24 vehículos eléctricos y 24 puntos de recarga. Los primeros que se han incorporado a la flota son los 11 turismos. Se trata coches del modelo Corsa-e Edition-e, con una potencia de 100 kW (136 CV) y una autonomía de 330 km.
Están destinados a varias tareas del ciclo del agua. Se estima que el uso de estos vehículos supone una reducción de emisiones anual de una tonelada de CO2 cada uno, en comparación con el uso de un vehículo equivalente con combustible convencional. En el caso de las furgonetas y el furgón que se incorporarán la reducción de emisiones es de 1,4 toneladas por vehículo y año.
Así, el total de las reducciones de las emisiones con estos vehículos es por lo tanto de 30 toneladas de CO2 anuales. La empresa pública ha hecho hincapié en que el pasado mes de marzo se incorporaron 23 vehículos eléctricos, gracias a la financiación de la Ley de Capitalidad. En este caso se trataba de vehículos destinados a la limpieza y recogida de residuos, como 27 camiones ligeros, la primera barredora eléctrica de la empresa, tres turismos, tres furgonetas y nueve cuadriciclos destinados al Servicio de Inspección Ambiental.
De este modo, junto a los 41 vehículos eléctricos con los que ya contaba la empresa, Emaya llega a los 98 vehículos eléctricos. Además, la incorporación de estos vehículos va acompañada de la instalación de puntos de recarga, alimentados de forma progresiva con placas solares fotovoltaicas. Una vez estén ejecutados los proyectos de instalaciones solares fotovoltaicas de Son Pacs, la recarga de los vehículos se alimentará completamente con energía solar, reduciendo a cero las emisiones de dióxido de carbono derivadas del funcionamiento de estos vehículos. Emaya ya dispone de un centenar de vehículos de gas natural (GNC), una tecnología más limpia y menos contaminante que el diésel que se va sustituyendo progresivamente de la flota de la empresa pública a medida que se renuevan las unidades.
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¿Y, lo más básico, contenedores que sustituyan los rotos? Porque los hay que no se abren y los empleados dicen que no hay...