El Tirador está ubicado en una parcela a tres calles de 2.049 metros cuadrados. Su construcción finalizó en 1952 y es de uso exclusivamente residencial, con 45 viviendas de propiedad y gestión municipal por parte del Patronato Municipal de la Vivienda. Truyol ha explicado que las obras para seguir rehabilitando el edificio -ya hubo mejoras en 2019- se enmarcan en el doble objetivo del ayuntamiento de adaptarse al cambio climático y «poder dar una vivienda digna a todo el mundo». Ha explicado que los edificios «deben estar mejor aislados y tener mejor huella en su demanda de energía eléctrica y otras», razón por la que se lleva a cabo este proyecto para «mejorar la calidad térmica de las viviendas y su ventilación natural».
Las obras son una segunda fase porque en 2019 ya se destinaron 700.000 euros para mejorar la cubierta. La mejora reducirá la factura eléctrica de las viviendas y mejorará «la calidad de vida de estas personas con menos recursos» que residen en el inmueble. El vicepresidente del Govern y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, ha asegurado que la eficiencia energética «es uno de los temas más importantes para la transición en Baleares» y considera el proyecto del Tirador un buen ejemplo de ello. "Tenemos un parque edificado muy poco eficiente energéticamente, eso significa aumentar el gasto de los ciudadanos en suministro eléctrico y una disminución del bienestar térmico de la población«, ha asegurado Yllanes, que considera »estratégico" acometer actuaciones para mejorar la eficiencia energética de los edificios para avanzar en la transición energética.
Yllanes ha detallado que, en el caso del Tirador, se mejorará la envolvente térmica del inmueble. Las obras contará con una ayuda de 635.000 euros por parte de la vicepresidencia, de la línea PREE, del Plan de Rehabilitación Energética de Edificios del IDAE, con fondos Feder. Ha añadido que además de mejorar la eficiencia, la actuación también combate la pobreza energética, porque beneficia a familias que dependen del Patronato de Vivienda. El Plan de Inversiones de Transición Energética de las Islas Baleares incluye actuaciones integrales que deben ser promovidas por las administraciones para mejorar la eficiencia energética, que puede alcanzar el cien por cien de la inversión que se haga.
El Govern abrirá en cuestión de semanas una nueva línea de subvenciones para viviendas públicas o edificios de la administración pública por 10 millones. El director general de Energía del Govern, Pep Malagrava, ha detallado que en la obras se reforzará la fachada para evitar calor en verano y frío en invierno y «que se destine menos energía a climatizar las viviendas» y una mejora de ventilación. Esta nueva obra, junto a la realizada anteriormente en la cubierta harán que el edificio pase de una calificación energética de clase E a una clase D, un cambio «relevante» para un edificio antiguo, que supondrá que evite la emisión de 50 toneladas de CO2 al año. Malagrava ha indicado que se estima que el ahorro en la factura energética puede ser de entre el 20 y el 30 % solo con mejoras de eficiencia por la envolvente térmica; que alcanza un 40 % con la instalación de renovables
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