Desde el huerto se observan las celdas del convento de las Jerónimas, desde donde apenas se oye el bullicio de la Palma de 2023. Cada celda tiene terraza y su propia cocina, donde cada religiosa preparaba su comida, aunque cenaban en comunidad.
Una noria con asno, aljibes y la Font de la Vila garantizaban el suministro de agua
También en Noticias
- Palma se prepara para la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones este enero
- La víctima de Marratxí planeaba casarse con el presunto asesino para que pudiera regular su situación en España
- Un hombre de 73 años muere atacado por una oveja en una finca de Consell
- El anárquico cruce del Rafal que irrita a vecinos y conductores de la EMT
- El Consell pondrá fin al caos en la rotonda de la carretera de Sóller
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
juanitoHi ha algun polític actualment que tingui un mínim de cultura i empatia amb el que li envolta?
Se están perdiendo todas las raíces de esta preciosa Isla,esos molinos y payesias en ruinas....que pena, no hay ni un político que lo proteja.