Desde el huerto se observan las celdas del convento de las Jerónimas, desde donde apenas se oye el bullicio de la Palma de 2023. Cada celda tiene terraza y su propia cocina, donde cada religiosa preparaba su comida, aunque cenaban en comunidad.
Una noria con asno, aljibes y la Font de la Vila garantizaban el suministro de agua
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2 comentarios
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juanitoHi ha algun polític actualment que tingui un mínim de cultura i empatia amb el que li envolta?
Se están perdiendo todas las raíces de esta preciosa Isla,esos molinos y payesias en ruinas....que pena, no hay ni un político que lo proteja.