Multitud de personas en el Paseo Marítimo. | Click

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Algunos vecinos del Paseo Marítimo han decidido denunciar de manera particular al Ajuntament de Palma por los ruidos y los excesos generados por el ocio nocturno en la zona. Esta decisión está desvinculada de la Asociación de Vecinos del Paseo Marítimo, que niega que se haya sumado a las denuncias, según ha asegurado su presidente, Antonio Ruiz.

La comisión de trabajo de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma se reunió este jueves para valorar qué medidas tomar en relación a la situación de las terrazas en la ciudad, entre las que destacan solicitar a Cort una reunión con la Mesa de Convivienda Ciudadana, que preside el alcalde Jaime Martínez, y pedir al Govern formar parte de las negociaciones sobre el decreto del turismo de excesos.

La entidad ha dejado claro en un comunicado que «no se trata de ir contra el sector de la restauración ni contra las terrazas en general, pero sí contra los excesos y las zonas saturadas en barrios residenciales donde los vecinos han perdido el derecho al descanso», así como que «no se trata de un problema nuevo y que el movimiento vecinal lleva muchos años de lucha en esta problemática, pero que el hecho de que sea un problema antiguo no significa que esté justificado».

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Por ello, la Federación solicita una nueva reunión de la Mesa, con los correspondientes departamentos, para la primera semana de junio, ya que afirman «tener pendiente respuestas por parte del Ajuntament sobre algunos temas que se trataron en la reunión de febrero».

Entre éstos se encuentran, el Plan especial de mejora para Santa Catalina, como prueba piloto, incluyendo la adquisición de licencias des establecimientos que se cierran; QR en los locales para conocer el contenido de las licencias y poder valorar el nivel de cumplimiento; datos generales sobre el número de sanciones, su ejecución y sus reincidencias para poder saber sus efectos; el trabajo realizado sobre la lista de puntos conflictivos que se dio en su día a Cort, la situación de las cámaras en zonas conflictivas y el refuerzo policial en Santa Catalina-Jonquet en verano.

Asimismo, también se acordó estudiar la nueva Ordenanza Cívica para valorar «lo que nos afecta en esta materia y hacer alegaciones con la participación de las asociaciones vecinales»; y pedir al Govern balear que se incluya a la federación en las negociaciones sobre el decreto del turismo de excesos, «el cual se está negociando con las asociaciones hoteleras pero hace falta que no quede fuera la ciudadanía, que es la más afectada».