Entrada del parque. | Itziar F. Landero

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Sobre los 37.330 metros cuadrados que abarca el parque de Ses Estacions, coexisten una gran variedad de grupos sociales, que parecen haberse apoderado del lugar. El parque es en sí mismo un ecosistema donde a medida que uno camina se va encontrando un poco de todo; aunque lo que predomina es el ruido, la suciedad y el jaleo en general. Durante el día, y más en verano, el espacio está tranquilo, pero con la caída del sol, comienzan a llegar los de los botellones, los que tocan instrumentos, algunos que acaban peleándose y los grupos que van a practicar bailes regionales y que ensayan su coreografías hasta bien entrada la media noche.

«Compran el alcohol en las tiendas de alimentación, que no respetan el horario permitido», dice Laura, una vecina que vive cerca de la entrada que da a la Plaça Espanya. «Los de los botellones molestan toda la noche. Hay música alta, gritos y peleas. A veces se escucha ‘¡puta, te voy a matar!’. Así no se puede dormir», añade. Durante las últimas semanas el Grupo Güell ha montado un puesto detrás de la Intermodal para repartir los dorsales de la marcha del Lluc a Peu. Los voluntarios han estado ahí hasta las 21.00 horas más de diez días y comentan que «hay botellones y otras cosas», dice Manuel, uno de ellos, refiriéndose a posibles trapicheos de droga. «Muchas trifulcas, ha tenido que venir incluso la Policía a poner orden» subrayan.

Además del ruido, también hay suciedad, las papeleras rebosan botellas grandes de refrescos con lo que se hace la mezcla y cualquiera que se de una vuelta va encontrándose a su paso latas de cerveza por el suelo y en los poyetes de las zonas verdes. Por otro lado, comerciantes de las calles que rodean el parque denuncian que la inseguridad ha aumentado. «A mi ya me han entrado dos veces», dice una de ellos. Otro indica que no ha tenido «ningún susto», pero que él y otro empleado que acuden a la tienda en bicicleta no se sienten «muy seguros» a ciertas horas de la tarde, a la hora del cierre.

Papeleras que rebosan basura.

Bailes folklóricos

Aunque las denuncias son varias, un grupo de vecinos de dos bloques de la calle Eusabi Estada centran sus quejas en una molestia en concreto: los grupos latinoamericanos que ensayan durante largas horas sus bailes regionales para el Día de la Independencia de su país. «Al principio eran un grupo pequeño en invierno, que cerrando ventanas se podía aguantar, pero se ha ido multiplicando exponencialmente. Cada vez hay más grupos y más numerosos», expone Alfonso, uno de los vecinos afectados por estos ‘entrenos’ anuales que van cambiado de horarios según el clima que haga. «Ahora están empezando sobre las nueve y se quedan aquí hasta las doce pasadas», indica Rosa, otra parroquiana.

Uno de los grupos ensayando.
Unas cuantas personas tocando y bebiendo en el parque.

«Durante los bailes, cada vez que dan una vuelta pegan pitidos con silbatos, dan palmadas y gritan, además de que llevan cascabeles en los pies», expone Mercè, mujer de Alfonso, quien reconoce que ha llegado a llamar a la Policía «con ansiedad y casi llorando». «He bajado alguna vez a pedirles si podrían parar, moverse de zona, o ponerse todos de acuerdo para venir un día y la respuesta ha sido siempre ‘no’», lamenta Rosa. Esta situación, ha empujado a estos residentes a comenzar a recoger firmas por el vecindario para pedir al Ajuntament de Palma que cesen los bailes, por el momento llevan pocas, pero aseguran que continuarán con la empresa.

El grupo de vecinos que ha comenzado a recoger firmas.

Además, de esta «cruz» particular, los mismos critican las fiestas que se celebran «casi cada fin de semana» dentro y fuera del parque, «hacen hasta graduaciones», dice una de ellos. «Podrían repartir los eventos con otros parques de Palma, que parece que se tiene que hacer todo aquí», añade. «Yo supongo que están autorizadas, pero se alargan hasta un momento que son muy molestas y no dejan conciliar una vida normal», se queja Lluís, otro vecino. «Estoy de acuerdo en que este es un espacio propicio, porque es abierto, pero los vecinos tenemos que poder descansar», sentencia.
Parece que aún falta para que los residentes de los alrededores de Ses Estacions puedan descansar, pues, el pasado fin de semana volvía a haber un escenario al principio del parque y dentro de unas semanas, el 25 de agosto, se celebrará otra fiesta con motivo del Día de la Independencia, en este caso la de Uruguay; donde tampoco faltaran los grupos de danzas tradicionales.