Uno de los okupas, durmiendo durante la intervención de los obreros.

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Meses después de la aparición de una empresa de desokupación, este martes han empezado los trabajos para limpiar y, posteriormente, sellar el polémico edificio en obras que lleva años abandonado en la barriada de Camp d'en Serralta, en Palma. Más concretamente, en la esquina entre las calles Rodríguez de Arias y Conde de Barcelona, un foco de inseguridad e insalubridad que llevan años denunciando los vecinos y residentes en la zona.

Un grupo de obreros enviados por la propiedad se ha puesto manos a la obra, y lo han hecho con la presencia en el edificio de varios de sus 'inquilinos', que dormían mientras los operarios empezaban a retirar muebles, basura y demás objetos, además de escombros. Otros, por su parte, protegían los accesos y las escaleras en una zona que entraña peligros y riesgos para sus habitantes.

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Desafiando al mal olor y la insalubridad, los trabajadores iniciaron esta primera fase, una limpieza a la que seguirá el desalojo de los okupas que residen desde hace años allí, y cuyo mobiliario será también extraído del bloque de viviendas a medio edificar, siendo un paso previo para, según los propios operarios, proceder a tapiar y sellar los accesos a pie de calle de la construcción para evitar una nueva entrada de okupas.

Varios contenedores empiezan a llenarse de escombros, basura, electrodomésticos rotos, muebles y objetos varios que durante años se han ido amontonando en el interior de la construcción, donde también se acumula una importante cantidad de agua en su subterráneo y un vaso en el que, además, se reúnen toneladas de basura.

Uno de los operarios, procediendo a retirar un colchón.

La aparición de estos obreros ha llamado la atención de los vecinos y habituales de la zona de Camp d'en Serralta, agradeciendo muchos de ellos que, tras muchos años, parezca que haya llegado el final de esta pesadilla para algunos de los perjudicados por ruidos e insalubridad en ese espacio.