El propietario de una de las fincas en las que se está construyendo
la nueva estación del tren de sa Pobla cercó ayer su parcela,
obligando a los trabajadores de la empresa constructora que realiza
las obras a retirar el material de su terreno y advirtiendo que si
lo invaden está «dispuesto a presentar una denuncia contra Serveis
Ferroviaris Mallorca (SFM) por ocupación ilegal de la propiedad
privada».
Según el portavoz de la familia, Martí Serra, «de esta manera se
pretende obligar a SFM a formalizar mediante algún convenio o
escritura la situación de esta finca porque, aunque hace tiempo que
se iniciaron obras para la construcción de la nueva estación en la
finca no hay nada formalizado respecto a su cesión». Serra asegura
que hace aproximadamente cuatro años, su padre, propietario del
solar, llegó a un acuerdo verbal con la empresa ferroviaria a
través del que se comprometía a «ceder los terrenos para la
construcción de la nueva estación a cambio de que se le pagaran los
400 m2 que ocupa su finca al precio del momento y llevaran el agua
del pozo del lugar a una finca cercana, que también se
electrificaría».
Hace un año, SFM llevó a cabo la conexión del pozo, pero nada
más. Martí Serra asegura que «todavía no se ha visto el dinero
procedente de las expropiaciones» a pesar de que en sus terrenos ya
se han realizado obras como la «construcción de aceras y vías».
Nadie en su familia ha firmado un contrato con SFM. «Ya hace tiempo
que pedimos que se negocie la situación, pero desde el Ajuntament,
que actúa como mediador, sólo se nos pide paciencia. Ya estamos
cansados de esperar y la visita de el presidente Antich fue la gota
que colmó el vaso», añadió Serra.
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