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La demolición de los edificios obsoletos de la estación naval del Port de Sóller y el posterior vertido de parte de los escombros al mar, junto al segundo muelle, que seguirá siendo de uso militar, ha provocado numerosas denuncias por parte de los vecinos. El presidente de la asociación hotelera del Port, Miquel Frontera, ha expresado su estupor precisamente porque estas obras están siendo impulsadas por la Conselleria de Medi Ambient.

Las quejas vecinales han llegado hasta el alcalde, quien ayer mismo se puso en contacto con la Conselleria de Medi Ambient para pedir explicaciones sobre estos vertidos, explicó a este periódico el concejal de Medio Ambiente, Onofre Bisbal, quien consideró totalmente irregular este vertido. Una hipótesis barajada es que los escombros arrojados estarían destinados a construir una plataforma adosada al muelle que permita ampliar la superficie de amarre del muelle que seguirá siendo de uso militar.