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Problemas estructurales están retrasando las obras de rehabilitación del claustro de Sant Domingo de Inca. El hecho de que el edificio lleve ocho años en obras, ha provocado movimientos en éste y debilitado su estructura. Uno de los elementos del edificio que se encuentra más debilitado son las emblemáticas columnas que forman el claustro. Al tratarse de un BIC (Bien de Interés Cultural), la manera de reforzarlas ha supuesto un problema para los técnicos. Encontrar una solución que permita reformar las columnas que forman el claustro teniendo en cuenta su valor patrimonial y procurando que no suponga una distorsión para el entorno no ha sido tarea fácil, explica el arquitecto municipal.

Este hecho ha retardado la obra de rehabilitación, «ya que son muchas las tareas que no pueden realizarse con seguridad hasta hasta que las columnas están seguras y reforzadas», afirman los técnicos. El refuerzo ideado por los técnicos de Inca ha consistido finalmente en «reforzar el claustro con una estructura metálica, que consistirá en colocar cuatro pequeños pilares metálicos en cada uno de los cuatro laterales que forman el claustro».

Esta solución fue presentada hace unas semanas a los técnicos del área de Patrimonio del Consell de Mallorca. «En la reunión, los responsables de Patrimonio del Consell aprobaron oralmente la solución. Sin embargo, estamos pendientes del informe escrito para poder iniciar el refuerzo de las columnas», explica el arquitecto.

En estos momentos, las obras que se están llevando a cabo en el claustro consisten en el refuerzo con hormigón de la pared de la primera planta del edificio, que da al patio. La reforma del antiguo claustro de Sant Domingo prevé la construcción en el edificio de una gran biblioteca, sala de exposiciones, conferencias y múltiples salas polivalentes. En total, el inmueble contará con alrededor de 2.000 metros cuadrados útiles.