La directora general d'Ordenació Turística, Josefina Casals, señaló
ayer que el Club Med de Portopetro (Santanyí) «difícilmente podría
continuar en las circunstancias actuales» porque «ha quedado muy
obsoleto» para lo que es la actual normativa. «Se deberían tomar
medidas», agregó, en alusión a la necesidad de realizar reformas.
Una vez conocido el planteamiento de Turisme, la presión se hace
mayor para intentar alcanzar un acuerdo entre los explotadores y
los dueños de los terrenos en los que se ubica el complejo
turístico. El convenio de alquiler concluye este mes y no hay
acuerdo económico para su renovación, pese a que la actual
explotadora prevé invertir 7.500 millones de pesetas en la
modernización del Club Med. Los trabajadores (140 fijos
discontinuos y diez fijos) temen por sus empleos y llevan dos meses
movilizándose.
Ayer, el conseller de Treball, Eberhard Grosske, les recibió en
su despacho, contactó con el president del Govern y se reunió con
la directora general Casals. De la reunión surgió el compromiso del
Ejecutivo de remitir hoy mismo una carta firmada por Antich,
Grosske y el conseller de Turisme convocando a las dos partes. «Es
un acuerdo positivo», admitieron los sindicatos, el comité de
empresa y los trabajadores. «No puede ser que litigios como este
acaben con 150 trabajadores en paro cuando la empresa es rentable»,
indicó Grosske, para quien este conflicto «es un despropósito».
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