Los pescadores no han sufrido daños materiales, pero sí pérdidas por no salir a faenar.

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Los pescadores del Port de Pollença salieron ayer por primera vez a la mar tras una semana de paro forzado a causa del temporal. El puerto pesquero y deportivo vivió ayer su primera jornada de relativa normalidad tras las tormentas que azotaron la Isla durante la semana pasada y que han ocasionado en la zona daños millonarios.

Afortunadamente, el daño material para los pescadores no ha sido tanto. «El temporal no nos ha ocasionado grandes desperfectos porque nuestras barcas se encuentran en una de las zonas del puerto que quedan más protegidas», explicaban ayer los pescadores, a quienes, sin embargo, las sucesivas tormentas les han impedido salir a pescar durante toda una semana. «Hoy (por ayer) ha sido el primer día que hemos salido y soltado las redes», explicaba Francesc Pérez, que precisó que la cantidad de pescado capturado era similar a la de siempre. «No hemos registrado ningún incremento», mantuvo.

Ninguno de los pescadores presentes ayer en las instalaciones del puerto pesquero de Pollença recordaba un temporal similar al vivido en los últimos días, ni siquiera Francisco Pérez, el más mayor de ellos, de 82 años, y que aunque ya está jubilado, cada día visita el puerto para ver la pesca de sus hijos y nietos. «Ha sido terrible», dice.

Además, diversos propietarios de embarcaciones de recreo aprovecharon el domingo para tratar de poner orden y arreglar los daños de sus barcos.