Los vecinos afectados por el paso de dos nuevas líneas aéreas de 66
KV conectando a la nueva subestación eléctrica de Capdepera con la
existente de Artà han expresado sus quejas a los dos ayuntamientos,
solicitando que los cables sean enterrados bajo tierra puesto que
esta fórmula presenta una menor peligrosidad. Así, el Ajuntament
d'Artà aprobó por unanimidad una moción en la que piden al Govern
que «paralice el proyecto de los nuevos trazados proyectados entre
Artà y Capdepera, así como otros de parecidos en el resto de las
Illes y anule las autorizaciones que se hayan podido otorgar hasta
el momento instando a la empresa suministradora GESA-Endesa para
que las nuevas líneas sean soterradas».
Una moción parecida es la que piensa aprobar también el
Ajuntament de Capdepera en la sesión plenaria que tendrá lugar la
próxima semana, motivado también por la gran presión vecinal que se
ha mostrado en contra de la instalación de estas líneas. La
Associació per a la defensa del Llevant de Mallorca solicita el
soterramiento de la línea de alta tensión amparándose en un estudio
realizado por técnicos que demuestran la viabilidad de este
proyecto y en «los hechos ocurridos durante el pasado temporal».
«Consideramos un error que se propongan todavía trazados aéreos en
líneas de nueva construcción».
El proyecto de las líneas aéreas para alimentar la nueva
subestación eléctrica de Capdepera obtuvo el informe negativo por
parte de la Conselleria de Medi Ambient. Ahora, el proyecto ha sido
reformado y está pendiente del informe de la Comissió Balear de
Medi Ambient.
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