Las monjas franciscanas recibieron un emotivo y merecido homenaje
por su labor humanitaria y social que han llevado a cabo en el
municipio de Santanyí hasta hace dos meses cuando se vieron
obligadas a abandonar el pueblo por motivos vocacionales.
El acto se celebró el sábado por la noche en la parroquia de
Santanyí. El rector Sebastià Salom hizo un repaso a la historia y
recordó las buenas acciones que habían realizado las religiosas en
el municipio.
Las monjas franciscanas han sido parte de la historia de
Santanyí desde 1859 cuando se instalaron en el pueblo. La
trayectoria de las religiosas ha sido recopilada en un libro
escrito por Miquel Pons y Sebastià Salom, patrocinado por el
Ajuntament de Santanyí.
Al final de la misa, el alcalde Miquel Vidal (PP) les hizo
entrega de una escultura realizada con piedra de Santanyí a cargo
del artista Andreu Ferrer Mir y con una dedicatoria a las
religiosas. La Coral Santandreu también quiso despedir a las monjas
cantando una pieza musical. Una vez finalizadas las actuaciones,
los asistentes a la misa pasaron por el banco donde estaban
sentadas las religiosas para despedirse de ellas, Recibieron muchos
besos y abrazos, porque la gente del pueblo es consciente de que
las monjas nunca más regresarán al municipio.
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