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La remodelada plaza de Sant Jaume de Manacor desempeñará la nueva función de ser un punto neurálgico de la comunicación intraurbana una vez concluyan las actuales obras. De un espacio degradado y marginal, pasará a ser un centro estratégico en la circulación urbana, tanto rodada como peatonal. En estos momentos, las obras de construcción de los aparcamientos subterráneos y el embellecimiento exterior de la plaza llegan a su recta final.

Si antes de esta actuación urbanística, que presenta un coste total de 1.156.457 euros y en la que se crean más de 200 nuevas plazas de aparcamientos subterráneos para la localidad, la plaza de Sant Jaume se había convertido en un espacio «olvidado» según muchos vecinos y comerciantes, de ahora en adelante será un punto estratégico que conectará la estación del ferrocarril y las avenidas, como zonas de recogida de pasajeros y visitantes, comunicando estas arterias con el centro comercial y de negocios de la ciudad.

La solución adoptada para la plaza de Sant Jaume es la construcción de dos plantas de aparcamiento de unos 2.500 m cada una con una capacidad de 105 plazas de párking en planta subterráneo segundo y 98 más en planta subterráneo primero. Con la creación de los aparcamientos en el subsuelo surgen varios condicionantes, como pueden ser las salidas de emergencia, chimeneas de ventilación, pero también la ubicación de la antigua fuente de los peces y la torre de agua, elementos que se integran en la estructura de la plaza.

El acceso a los aparcamientos, tal como está concebido en el proyecto del arquitecto Carles Terrasa, se llevará a cabo mediante una rampa doble regulada por semáforos desde la calle Lleó XIII, vía que enlaza con la estación de tren a través de la plaza de Sa Mora. La remodelación de la plaza se efectúa dejando fuera de su ámbito la Via Alemanya, que «conectará, a su vez, la calle Joan Lliteres y el paseo del tren, integrando el resto de zonas viales en la plaza Sant Jaume», argumenta el alcalde, Miquel Riera.