La Comissió Insular d'Urbanisme decidió ayer no aprobar el PGOU de
Muro al entender que el Ajuntament no había resuelto las
prescripciones impuestas por los técnicos. La oposición del Consell
se centró en dos aspectos básicos: la ampliación hasta 211 de las
Casetes dels Capellans y la recalificación de una zona rústica para
un cámping junto a la Albufera que contendría 130 unidades fijas y
otras tantas móviles.
El alcalde de Muro, Miquel Ramis, que asistió a la Comissió, se
comprometió a renunciar al cámping, pero no así a la ampliación de
la zona dels Capellans ya que señaló que se trata de un patrimonio
de todo el pueblo de Muro que beneficia directamente a sus
ciudadanos. Por ello, el alcalde pidió que se hiciera una
aprobación parcial del PGOU con prescripciones.
Los representantes del Pacte de Progrés, a excepción de EU, que
se abstuvo, votaron en contra, mientras que el PP votó a favor. El
rechazo del Consell a dar el visto bueno al PGOU motivó las
críticas del alcalde de la localidad, quien aseguró que la no
aprobación no era por cuestiones técnicas. «No hay voluntad
política de aprobarlo y se ha ido contra los intereses
municipales», dijo el alcalde antes de abandonar la reunión.
Por lo que respecta a la posición de los demás grupos políticos,
el president de la Comissió Insular d'Urbanisme, Antoni Pascual,
señaló que si los técnicos emplazan al Ajuntament a cumplir una
normativa determinada, debe cumplirla, más allá del compromiso
concreto del alcalde. Se mostró convencido de que si los
responsables de Muro corrigen los defectos, el plan podrá ser
aprobado en un par de meses.
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