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C. MORENO
La lluvia obligó ayer a celebrar el Via Crucis en la iglesia de Santa Maria la Major que, a pesar del mal tiempo, se llenó de gente. Aunque no se pudo realizar el tradicional recorrido en cada una de las ocho estaciones que forman el itinerario de la procesión, el profesor de la UIB y delegado diocesano del laicado, Jaume Oliver Jaume, predicó el Via Crucis y se mantuvo el sentido de reflexión. Después de la lectura de cada pasaje, se produjeron unos momentos de silencio y posteriormente se cantó una canción para proseguir con una nueva reflexión.

El presidente de la cofradía de Santo Tomàs de Aquino, Jaume Tortella, explicó: «Este es el primer año que no podemos salir a celebrar el tradicional recorrido de la procesión del silencio a causa del mal tiempo; esta vez, los cofrades tampoco se han vestido». El recorrido de esta procesión está formado por las estaciones de Santa Maria la Major, Sant Francesc, Crist Rei, Sant Domingo, La Salle, el monasterio de Sant Bartomeu, el convento de La Pureza y, finalmente, Santa Maria la Major.