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MARGALIDA PALMER
El caos circulatorio que padece desde hace años la carretera de Palma a su paso por Esporles (calle Joan Riutort y Passeig del Rei) vuelve a generar quejas de los ciudadanos porque cada vez son más frecuentes las situaciones de riesgo, tanto para los conductores como para los peatones. Los problemas, mayoritariamente, derivan del estacionamiento irregular de muchos vehículos en las esquinas, lo que dificulta el acceso a la vía principal desde las calles perpendiculares a causa de la deficiente o nula visibilidad. La presencia de coches y camiones aparcados de forma incorrecta e impune dificulta la circulación y aunque éste es un problema histórico al que en los últimos años se había intentado dar una solución, ahora se detecta una cierta «relajación» a la hora de hacer cumplir la normativa.

Tanto los dos grupos municipales de la oposición, PSOE y PSM, como numerosos vecinos afectados vienen exigiendo incansablemente que se adopten las medidas oportunas para tener una circulación más fluida y segura. Hace unos tres años ya hubo un intento drástico por parte de la entonces alcaldesa en funciones, Francisca Gili, de acabar con la situación de caos pero la actuación sancionadora de la Guardia Civil y la Policía Local topó con los intereses económicos de los comerciantes de la zona, quienes vieron peligrar sus ingresos y se pusieron «en pie de guerra». Entonces se llegó a un acuerdo de tolerar estacionar unos diez minutos y las zonas más conflictivas fueron señalizadas con rayas amarillas. Sin embargo, después de estos gestos y la pintada de esta señalización horizontal, su efecto ha sido escaso.

Según ha manifestado a este periódico el alcalde de Esporles, Jaume Pou, faltan medios para controlar el tráfico en el casco urbano. Además, asegura que siempre que se observa una infracción ésta es sancionada por la Policía Local. Ebatle apuntó que la escasez de plazas de aparcamiento que padece el pueblo induce a que las autoridades sean algo más permisivas con este tipo de situaciones.