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Algaida se vistió ayer de fiesta con la colocación de centenares de paradetes y la masiva afluencia de vecinos y extranjeros. La diversidad existente fue protagonista de la Fira, destacando el aspecto social lucido.

No faltaron los vendedores de toda la vida; de aceitunas, plantas, zapatos, ropa, utensilios (ahora que vienen las matances), cerámica, vehículos, maquinaria agrícola, gastronomía autóctona (los buñuelos tuvieron dura competencia con los creps), animales (provocando gran admiración los de Natura Parc), etc.

Los Quintos, un año más, despertaron a los vecinos, animaron las calles, invitaron a beber, recibieron donativos e hicieron la banda sonora de la mañana con varios cencerros. Los jóvenes, nacidos en 1983, vestían una camiseta conmemorativa, una camisa blanca, y un capell.

La Fireta Alternativa, l'Espai Algaida, una muestra de motos antiguas, y un concurso original de bebidas y comidas, fueron algunos de los focos que centraron la mayor atención de la Fira.