Ya hace dos años que a Jacint Soberats Payeras le expropiaron 1.000
metros de una finca de sa Pobla para habilitar un camino rural que
había quedado cortado por el paso de las vías de tren de Inca.
Desde entonces, este vecino no ha dejado de defender que fue una
expropiación injustificada, pues muy pocos agricultores utilizan
ahora este camino, conocido como el camí d'es Carnatge.
Hace unas semanas Jacint recibió una notificación del Defensor
del Pueblo en la que se denuncia la falta de colaboración por parte
de la Conselleria d'Obres Públiques. «Desafortunadamente, el órgano
administrativo competente en relación con su queja planteada
persiste en su actitud de no enviar la información pedida», le
notifican. En su día, el Ajuntament de sa Pobla solicitó a Serveis
Ferroviaris (SFM) que expropiara esta finca para atender la demanda
de algunos agricultores, que decían que era inseguro tener que
acceder a sus fincas desde la carretera de Muro, en un punto con
poca visiblidad.
Dos años después Jacint Soberats se queja de una expropiación,
que cree, se realizó por «amiguismo» de algunos propietarios con el
anterior alcalde Jaume Font. «Desde 1996 no se ha producido ningún
accidente mortal en el punto de la carretera de Muro que algunos
payeses decían poder evitar pasando por el Camí d'es Carnatge, y
apenas uno o dos accidentes graves al año. Se expropió mi finca
para evitar así tener que ampliar la carretera de Muro y expropiar
a otros propietarios más afines al Ajuntament», explica.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.