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El portavoz de Convergència Campanera (CC), Sebastià Roig, denunció en el transcurso del último pleno del Ajuntament de Campos el «lamentable» estado que presenta la urbanización de Son Durí en el núcleo poblacional de Sa Ràpita. Y es que tal como apuntó Roig durante el cónclave municipal celebrado el pasado lunes y comprobó ayer in situ este diario, del centenar de farolas que conforman el sistema de alumbrado público de la nueva urbanización de Son Durí, 45 han sido destrozadas, según todo indica, a pedradas. La urbanización de Son Durí, situada frente a la entrada del club náutico de Sa Ràpita, figura recepcionada por el Consistorio campaner pese a que allí no reside nadie y la actividad urbanística en sus solares en nula a excepción de la construcción de un chalet unifamiliar cuyas obras apenas avanzan.

El alcalde de Campos, Andreu Prohens (PP) tomó nota de la denuncia formulada por el portavoz convergente, quien recordó al equipo de gobierno que los gastos derivados de la subsanación de las deficiencias que presentan las infraestructuras públicas de una urbanización recepcionada por el Ajuntament -tal es el caso de Son Durí- repercuten directamente al bolsillo del ciudadano.

La destrucción de casi la mitad del alumbrado público de la urbanización de Son Durí obedece a unos actos vandálicos que hasta el momento la Policía Local de Campos no ha podido atajar. Por otra parte, contraviniendo las recomendaciones del Consistorio, los solares vacíos no han sido cercados y se encuentran rebosantes de maleza.