Las autoridades destacan que la nueva variante apuesta por la seguridad vial y por la calidad de vida de los vecinos afectados. Foto: G.M.

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A.BASSA/G.MAS
La nueva variante de Sant Llorenç desviará fuera del núcleo urbano un total de 10.000 vehículos, hecho que contribuirá a mejorar la calidad de vida de los vecinos de la localidad, así como la seguridad vial. La obra ha sido construida bajo la previsión de que con el tiempo el tren llegue hasta Cala Rajada. Bajo una intensa lluvia, la nueva infraestructura fue inaugurada ayer de manera oficial por el president del Govern, Jaume Matas; la consellera d'Obres Públiques i Transports, Mabel Cabrer, y por los alcaldes de Sant Llorenç, Artà, Son Servera y Capdepera, entre otras autoridades locales.

Mateu Puigròs, alcalde de Sant Llorenç, manifestó su satisfacción por la construcción de la variante ya que «era una antigua reivindicación que contribuirá a aumentar la seguridad de los vecinos al sacar el tráfico fuera del pueblo». La consellera d'Obres Públiques explicó las características técnicas de la nueva carretera que ha tenido un presupuesto de 9,7 millones de euros, siendo Coexa la empresa constructora. La variante tiene una longitud de 3,7 kilómetros. Mabel Cabrer quiso destacar las medidas ambientales que se han llevado a cabo, entre ellas los 7,5 kilómetros de paret seca.

Por su parte, el president Jaume Matas insistió en la importancia de la seguridad. «Esta carretera conseguirá mejorar nuestra seguridad y la de la red viaria, recuperando en parte el déficit que padecen las carreteras de toda Mallorca. La variante beneficiará no sólo a los vecinos de Sant Llorenç sino también a los de Son Servera, Artà y Capdepera, ya que verán mejorada su comunicación con Palma». Dentro de la variante de Sant Llorenç se han construido tres grandes rotondas albergando cada una de ellas esculturas de artistas reconocidos como Miquel Sarasate, Xisco Garrido y Pep Canyelles.