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El Ajuntament decretó ayer la paralización de las obras que se realizan en el polémico edificio Sibaris, del Port de Pollença, pese a que la normativa municipal prohíbe expresamente las obras molestas desde principios de este mes.

Los vecinos denuncian que los propietarios del edificio Sibaris han esperado a que empiece la prohibición para ejecutar la sentencia que les obliga a derribar la escalera exterior del edificio, por lo que intuyen una clara «intencionalidad» en esta actuación dado que durante años los vecinos y los propietarios del Sibaris han pleiteado en los juzgados por el proyecto de construcción de este edificio.

El juez dio la razón finalmente a los vecinos obligando a los propietarios a derribar la escalera exterior del edificio, lo que implica toda una serie de obras complementarias. Según los vecinos, «hace días que el alcalde Joan Cerdà nos dice que firmará inmediatamente el decreto de paralización de las obras pero luego no lo hace». Se trata de casas de veraneo por lo que las obras resultan especialmente molestas en estos meses.

El alcalde dijo ayer que «son muchos los decretos firmados y cada expediente lleva su trámite».