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JOSEP MARIA SASTRE El alcalde de Manacor, Antoni Pastor (PP), niega que la fiesta de la Inmaculada Concepción, patrona de la Policía Local, se haya suspendido por temor a protestas o manifestaciones de los agentes. Así mismo, quiso dejar claro que no fue él quien decidió suspender la celebración sino su regidor delegado de Policía, Pedro Rosselló, quien se lo comunicó de manera informal: «Estábamos en el pleno del lunes y me comentó que había suspendido la fiesta porque vendría poca gente».

Pastor dice que las reivindicaciones a que hacen referencia los policías que, tal y como avanzó este periódico, denunciaron que se suspendía la fiesta por temor a que la boicotearan o que se manifestaran, nacían de un problema de intervención que «ya se ha solucionado y que pasa cada año, ellos ya saben que cobrarán los atrasos». «Es falso que hayamos suspendido la fiesta por miedo a protestas, yo no sabía ni que existían estos problemas y cuando son problemas graves no se preocupe que me lo hacen llegar a mí. Los que han soltado esto son seis agentes y quiero que sepan que no cederemos a coacciones». Preguntado sobre por qué suspenden la fiesta y reconocen que habrá poca asistencia si los críticos son «seis», el alcalde contesta que «de todas maneras esta fiesta nunca ha sido un éxito de participación». «Estoy satisfecho del trabajo realizado por la mayoría de policías locales pero de ninguna manera cederemos a las amenazas y coacciones de unos pocos», advirtió el alcalde.

A todo esto, el inspector jefe de la Policía Local, Antoni Sureda, lamentó que no se celebre la fiesta y se limitó a decir que «no creo que el marco de una fiesta sea un buen lugar para hacer manifestaciones». Sobre las motivaciones que han llevado a suspender la fiesta no quiso hacer ninguna valoración.

Por su parte, Catalina Julve (ALM-UM), criticó que estos hechos son «una demostración más de que el equipo de gobierno da la espalda a los problemas de Manacor y de su incapacidad para resolverlos».