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J. ROSSELLÓ Arrancan las obras para construir un gran centro comercial de más de 11.000 metros cuadrados en Magaluf. La parcela, en la que se han realizado ya movimientos de tierra, se encuentra entre las avenidas Pedro Vaquer Ramis y Cas Saboner, en el centro de la población. Se trata de una finca de 49.123 metros cuadrados destinada a uso turístico y comercial. Ahora se ejecuta el segundo de estos equipamientos, en un terreno de 25.000 metros cuadrados. Quedará pendiente, por lo tanto, la edificiación de equipamiento de uso turístico, que podrá llegar a tener 266 plazas y un máximo de 11.209 metros cuadrados.

La actuación está promovida por Procetursa SL y otra empresa, Laconsan SL, se encarga de la construcción. El proyecto contempla la construcción de un sótano, planta baja y primera, con casi 14.000 metros cuadrados. El Ajuntament de Calvià aprobó la licencia para este centro comercial el pasado dos de julio, es decir, justo al tomar posesión el equipo de gobierno tras las últimas elecciones municipales.

La construcción de este centro comercial ha provocado las críticas de los comerciantes de la zona, que ven en él «la puntilla» para muchas tiendas pequeñas en Magaluf y Palmanova. Así, el presidente de la Asociación de Comercios Turísticos, Pepe Tirado, señala que hay alarma entre cientos de pequeños comerciantes porque la apertura de este gran centro va a saturar aún más el mercado. Además, añade que: «Se ha perdido la batalla de la estacionalidad y ahora viene el Ajuntament y da permiso para hacer un centro comercial que será la puntilla para muchos pequeños comerciantes de la zona». Los empresarios de la zona se quejan del acortamiento de la temporada año a año y de la bajada de ingresos por culpa del «todo incluido».

Por su parte, el portavoz de UM en Calvià, Isidre Cañellas, lamenta la decisión de Carlos Delgado de conceder la licencia. «Cuando UM gobernaba, frenaba este tipo de actuaciones, paralizamos varios proyectos de este tipo que, ahora, con mayoría absoluta del PP salen adelante». Además señala que la decisión viene: «Después del peor invierno de la década, lo que provoca aún más alarma social». Cañellas recuerda que aunque el centro es legal, el Ajuntament tiene capacidad para orientar estos centros a actividades más necesarias para el municipio, como serían zonas de ocio.