TW
0
JOAN SOCIES/G.V. El desconocimiento entre las dos culturas ha causado el malestar en el municipio por el traslado de la mezquita. Esta fue la conclusión que surgió de la reunión celebrada entre los representantes de la comunidad musulmana y los responsables políticos del Ajuntament de Felanitx ayer tras la polémica surgida recientemente.

«No entiendo este miedo entre la gente, hace ocho años que tenemos la mezquita en Felanitx y nunca ha habido problemas. Ahora sólo será un cambio, nada más, lo que queremos es poder tener más espacio para poder ofrecer unas mejores condiciones para los estudios de nuestros hijos y disponer de un espacio para nuestras esposas», señaló Mohamed Attaouil, máximo responsable de la comunidad musulmana en Felanitx. También manifestó que «la mezquita no tendrá carácter comarcal, será de Felanitx, sólo queremos tener un local en propiedad como ya pasa en sa Pobla, Muro, Inca o Manacor. Será el año que viene que nos trasladaremos al calle dels Horts». Con respecto a la integración, Attaouil dejó claro que «nosotros tenemos parte de la culpa por no haber enseñado a los felanitxers nuestra cultura, pero también hay parte de culpa suya, ellos no se han preocupado por conocernos, tenemos las puertas abiertas a todo el mundo».

Por su parte, los responsables políticos señalaron el éxito del encuentro. «Hemos acordado celebrar reuniones mensuales y organizar diferentes actividades para dar a conocer a los vecinos la comunidad musulmana, que representa un 10 por ciento de la población, en torno a los 1.200 habitantes», señaló Gabriel Tauler, del PP.

Nicolau Barceló, del Bloc, señaló que «esta reunión llega tarde, años tarde, por esto he propuesto mantener un diálogo o un foro permanente con la comunidad musulmana, abierta a todos los colectivos y vecinos. Con respecto a la mezquita, no hay nada a discutir si cumple la normativa».

Antoni Nadal (PSOE) también calificó de positivo el encuentro y señaló que «los musulmanes deben formar parte de la ciudadanía felanitxera en todas las condiciones». Antoni Peña (UM) manifestó que «el problema no es la mezquita sino la integración, pero hay voluntad de las dos partes».