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«Soy un estorbo; los temas que presentamos no salen adelante». Pere Perelló (PSM) justificaba anoche con estas palabras su decisión de dimitir como alcalde de Búger.

El próximo 1 de julio, pasadas las fiestas patronales, Perelló formalizará su renuncia en el registro del Ajuntament, por lo que el próximo pleno que se convoque será para elegir al nuevo alcalde, con toda probabilidad, al portavoz del PP, Bartomeu Alemany, que lidera la lista mayoritaria con 4 regidores frente a los tres del PSM y los dos de UM.

Fue precisamente el rechazo de los regidores del PP a todas las propuestas que el PSM presentaba anoche al pleno, lo que precipitó la decisión de Perelló.

Desde el inicio del pleno, el portavoz de los populares, denunció la «falta de transparencia» del PSM a la hora de consensuar las diferentes propuestas y anunció que no votará a favor de ninguna propuesta que no sea estrictamente necesaria para el bien del pueblo.

Ante el silencio sepulcral de sus ex socios de UM, en nacionalista Pere Perelló volvió a negar que exista un pacto encubierto con el PP, tal y como ha venido denunciando Manuel Patiño (UM).

Cabe recordar que tras la ruptura del pacto de gobierno PSM-UM, UM y PP estuvieron a punto de firmar un acuerdo para presentar una moción de censura. La insinuación de Perelló (PSM) a Alemany (PP) de que podría presentar su renuncia si no conseguía sacar adelante los presupuestos municipales, dinamitó en el último momento el pacto previsto entre UM y PP y por el cual se repartían a partes iguales los tres años de Alcaldía. Tras la dimisión de Perelló, el portavoz del PP, Bartomeu Alemany, tiene garantizada la Alcaldía sin necesidad de formalizar un pacto dado que fue la lista más votada. Así ante la imposible reconciliación (PSM-UM), Alemany se perfila como el nuevo alcalde de Búger a partir del próximo julio.