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GUILLEM MAS Un grupo de vecinos y comerciantes de la Colònia de Sant Jordi han iniciado una recogida de firmas contra la intención del equipo de gobierno del Ajuntament de ses Salines, y unilateralmente por parte de la Junta de Distrito, de implantar la ORA en la zona hotelera y del casco antiguo.

En poco más de dos días ya han recogido más de 400 firmas para exigir la retirada de dicha ordenanza que, según los afectados, «no beneficia ni a comerciantes ni vecinos y sólo traerá problemas».

La implantación de la zona azul afectará a los empleados de los hoteles, ya que muchos de ellos tendrán que pagar la ORA para trabajar, al existir pocos complejos hoteleros con aparcamiento privado para sus empleados.

Otros perjudicados, a parte de los comerciantes, serán los vecinos y veraneantes, ya que tendrán que aparcar su vehículo en zonas alejadas de su residencia.

Inés Garcías del Supermercado Aprop y Antoni Matas del Bar Can Gori son algunos de los empresarios afectados por la ORA. Para Matas «si querían poner zona azul se tendría que haber delimitado más el área de influencia y no todo el casco antiguo y la zona hotelera», criticando que en la Colònia «necesitamos otras cosas y no precisamente la ORA».

Para el propietario de Can Gori «el Ajuntament debería reformar la escoleta que está fatal, construir un campo de deportes, poner más iluminación en las calles, asfaltar las que todavía no están o poner en marcha el Centro Cívico».

Por su parte, Inés Garcías lamentó que «por cuatro fines de semana que hay colapso en todo el año tengan que implantar la ORA que sólo conllevará problemas». «Parece que desde el Ajuntament no ven que la zona azul sólo llevará problemas y pérdidas, ya que sólo conseguirán que nadie venga a comprar ni a tomar una cerveza por tener que pagar la ORA, las calles estarán vacías y los comercios también» sentenció Garcías.