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JOSEP ROSSELLÓ El ruido atronador por las movilizaciones de funcionarios y policías locales se repitió ayer a la entrada del Ajuntament de Calvià. En esta ocasión, fueron en torno a 150 las personas que se manifestaron para reclamar al alcalde Carlos Delgado mejoras salariales, así como el cumplimiento de sus promesas en período electoral.

La fuerte presencia de agentes de la Guardia Civil y de Policía Local impidió que los manifestantes entrasen a las dependencias municipales y también quedó frustrado su intento de cortar la carretera. Aun así, consiguieron hacer bastante ruido con los pitidos y bombos y crear problemas circulatorios las dos horas que duró la concentración. A la una y media, comenzaron los policías locales y, después, se sumaron el resto de funcionarios. La teniente de alcalde Teresa Martorell fue una de las perjudicadas por el paro, a quien no dejaban salir del parking con su coche descapotable.

Como novedad, antes de comenzar la concentración los policías recorrieron, en procesión, con sus coches las zonas turísticas del municipio para informar de sus reivindicaciones.

El Ajuntament ha reaccionado a las movilizaciones y el próximo lunes ha convocado una mesa de negociación, aunque los trabajadores no se fían demasiado y mantienen las movilizaciones para los próximos días.

Así, se manifestarán el próximo jueves aprovechando la reunión de la sesión plenaria. Y también tienen intención de desplazarse a Palma el 5 de julio, fecha en que tendrá lugar el congreso del Partido Popular y al que Carlos Delgado asiste como candidato a la presidente de la formación conservadora.

«Por un convenio justo» o que se cumplan las promesas eran algunos de los lemas de la concentración. Los trabajadores de Calvià 2.000 recordaron que el alcalde durante la campaña electoral les prometió pagarles la antigüedad y también una guardería al centro de trabajo.