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M.NADAL/C.ALZAMORA Los portavoces del Bloc en Inca, Andreu Caballero y Antoni Alorda, denunciaron ayer que «el Ajuntament de la ciudad utiliza un solar rústico ubicado en la calle Mandrava como vertedero para tirar todos los escombros provenientes de las obras que se ejecutan ahora mismo».

El Ajuntament lleva a cabo la adaptación de las aceras y viales a la nueva normativa para minusválidos y eliminar así todas las barreras arquitectónicas de la ciudad. «Los restos de baldosas y bordillos vienen a parar a esta zona rústica. Es una barbaridad que el Ajuntament permita estos vertidos y pediremos explicaciones a los regidores», según manifestó Caballero.

Los nacionalistas también denunciaron que «el solar no está cerrado y los restos de baldosas invaden parte de la acera y los vecinos cercanos a la parcela han criticado estas actuaciones». Antoni Alorda añadió que «este gran número de vertidos no hacen ningún bien a la zona».

Por su parte, desde el Ajuntament explicaron que «estos vertidos son momentáneos, porque cuando terminen todas las obras de adaptación de las aceras a la ley para eliminar las barreras arquitectónicas se trasladarán a la planta de selección».

Además, fuentes municipales aseguraron que «los restos de las obras se colocan en este solar con el consentimiento del Ajuntament y el permiso del propietario de la finca». Además, añadieron que «se trata de una simple cuestión de práctica, porque los restos que se producen en cada actuación no son muchos y se reúnen todos en el solar para después ser trasladados juntos hasta la planta». El Ajuntament ha adoptado esta medida para no impedir aceras y sitios de aparcamiento del centro «con pequeños sacos llenos con los restos de baldosas y bordillos».