Las reacciones en contra del recién investido alcalde de Búger, que accedió al cargo el pasado sábado, no se han hecho esperar. La fachada del Ajuntament amaneció ayer llena de pintadas contra el nuevo alcalde, el popular Bartomeu Alemany, en las que se acusaba al PP de «corrupto». Además, las pintadas también cargaban contra el líder de UM, Manuel Patiño, a quien calificaban de «traidor». Asimismo se reclamaba el retorno a la Alcaldía de Pere Perelló (PSM), que dimitió el pasado 2 de julio, y reivindicaban que «Búger és d'esquerres».
El alcalde Bartomeu Alemany se mostró sorprendido ante los hechos y aseguró que «no nos lo esperábamos, ya que actualmente en Búger el ambiente está bastante calmado». Alemany manifestó que «no hay motivo para llevar a cabo este tipo de actuaciones». En relación a los autores de los hechos, el alcalde explicó que «no tenemos ni idea de quien ha podio ser ya que ha ocurrido durante l noche» y añadió que «no buscaremos quien ha sido, las pintadas se han eliminado y ya está». En este sentido Alemany expresó su deseo de que «no se vuelva a repetir y que se trate de un caso puntual».
En la misma línea que el alcalde se pronunciaron los portavoces de la oposición que también condenaron los hechos.
Por su parte, el portavoz de UM Manuel Patiño calificó las pintadas de «insulto a la democracia» y manifestó que «los temas raciales deben dejarse al margen, estas actuaciones están fuera de contexto» y señaló que «existen lugares indicados para el debate ciudadano». «Hay que respetar la voluntad del pueblo», puntualizó.
El ex alcalde y portavoz del PSM Pere Perelló se mostró disgustado ante los hechos ya que «somos los principales sospechosos» y aclaró que «la agrupación del PSM ha estado informada en todo momento de los acontecimientos políticos de las últimas semanas» y añadió que «creo que hemos actuado correctamente al dimitir, ya que no teníamos una mayoría sólida para gobernar».
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