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Los márgenes de la carretera Inca a Caimari, amanecieron ayer cubiertos de lápidas funerarias. El colectivo denominado Dones per la Tramuntana quiso manifestar así su total rechazo al proyecto de ampliación y mejora del trazado de esta vía que impulsa el Consell de Mallorca, institución que retiró las lápidas y la pancarta reivindicativa al mediodía.
Con el lema «Millorar la carretera, sí; destruir la terra, no» el colectivo de Dones per la Tramuntana, que se muestra perplejo ante la rapidez con que se suprimió su protesta, pide a las autoridades que reflexionen sobre el proyecto de reforma.
«No tenemos ningún tipo de afiliación política ni ningún otro objetivo más allá de defender la tierra donde vivimos, mostrar a las administraciones públicas que la carretera se puede reformar aportando más seguridad pero con un impacto territorial menor», dicen desde el colectivo. Sostiene que «el proyecto aprobado no respeta el valor paisajístico de la carretera de entrada al corazón de las montañas de Lluc, lo que contradice la petición del Consell de declarar la Serra Patrimoni de la Humanidad».