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La sala de plenos del Ajuntament de Marratxí se llenó ayer hasta los topes para despedirse del que ha sido alcalde del municipio en los últimos seis años y que será el futuro president del Govern, José Ramón Bauzá. El pleno de investidura de la nueva corporación municipal estuvo marcado por la emoción. Los aplausos invadieron la Sala cuando Tomeu Oliver (PP) juró su cargo de alcalde.

El que ha sido la mano derecha de Bauzá durante estos años, ayer tomo el relevo y alzó la vara de alcalde, después ganar las elecciones con una amplia mayoría absoluta.

Renuncia

Por su parte, el candidato de los Independents y ex alcalde del municipio, Miquel Bestard, no tomó posesión del acta de concejal y entró la tercera de la lista.

Durante el discurso Oliver, ya como alcalde, no escatimó palabras de agradecimiento para Bauzá, que, visiblemente emocionado, siguió el pleno desde un banco de primera fila al lado de la mujer de Oliver. Pero el alcalde también habló del futuro y, mostró unas tijeras apelando a la austeridad.

Desde la oposición, Joan Francesc Canyelles (PSM-ICV) y Daniel Guirao (PSOE), ofrecieron colaboración y diálogo al nuevo alcalde, aunque el portavoz nacionalista le dijo que exigirían lo que «han predicado: austeridad».

Una vez acabada la sesión, los besos y las fotos, tanto para Bauzá como por Oliver, invadieron la sala.

Por su parte, el presidente electo del Govern aseguró que desde el Consolat tendrá al municipio de Marratxí muy presente, que «recibirá todo lo que le toca, como cualquier otro pueblo».