El viejo camino de acceso al Puig se ha deteriorado en los últimos años. | Joan Socies

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Por primera vez, los municipios de Porreres y Montuïri se beneficiarán de las medidas ambientales compensatorias que deben realizar las canteras ubicadas en sus municipios. Ambos ayuntamientos han llegado a un acuerdo con la propiedad de las dos canteras para revertir sus beneficios en proyectos medioambientales en el mismo municipio y no en parques naturales tal y como les obliga la ley. De esta manera y después de pasar la primera fase, ahora están en período de exposición pública. La propiedad de las explotaciones, que es la misma para las dos canteras, procederá a pagar los proyectos solicitados por los dos consistorios del Pla.

En Porreres, la cantera de Son Amat, ubicada junto al santuario de Monti-sion, se ha comprometido en pagar el proyecto de vía verde que ha presentado el Consistorio de Francisca Mora.

En el caso de Montuïri, el conocido Coll de la Grava también es propiedad de la misma empresa que explota la cantera de Porreres, aunque aquí lleva el nombre de Cantera San Miguel, por la proximidad con la pequeña elevación cercana a la explotación. Aquí, el Ajuntament presidido en minoría por Joan Verger, ha presentado el proyecto de reforma y rehabilitación del camino viejo de acceso hasta la ermita de la Mare de Déu de la Bona Pau, ubicada en la cima del Puig de Sant Miquel.

Ambos proyectos se han presentado a la Comissió Balear de Medi Ambient, que debe avalar la ejecución de las dos propuestas.