Moyà fue alcalde dieciséis meses, entre junio de 2015 y octubre de 2016. Con su expulsión, los regionalistas pierden al único representante que les quedaba en el Ajuntament de Lloseta. Las regidoras Margalida Villalonga y Paquita Campins se dieron de baja del partido en enero a raíz de sus discrepancias con el comité local y pasaron a ser regidoras no adscritas.
La dos faltas muy graves cometidas por Moyà son la grabación de una conversación telefónica con el secretario general del PI sin el consentimiento de este último y su posterior difusión, y el «abuso de autoridad» que protagonizó al requerir la presencia de la Policía Local para practicar la prueba de alcoholemia a dos amigos suyos cuando se encontraban en un bar de copas, de madrugada.
Moyà dispone ahora de quince días para formular un recurso de alzada ante la comisión ejecutiva insular del PI. También podría acudir a la Justicia ordinaria.
8 comentarios
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PI igual a UM. La inmensa mayoría de miembros del PI son exmiembros de UM, luego esta Font que no sabe exactamente que es politicamente hablando. Toda esta gente lo mejor que puede hacer es irse a casa y dejar la política para otros, les conocemos demasiado.
El partidismo vence otra vez más a la transparencia y garantias...Siempre he pensado que un partido no es quien para expulsar a un afiliado por sus actuaciones como alcalde siempre que no sean delictivas, sino por sus actuaciones en contra del partido. Por otra parte, El Pi malos asesores debe tener para perder su representatividad en un Ayuntamiento donde sacó 3 regidores... No deben tener a Garau pero tienen a Melià que hace lo mismo que Garau pero en los ayuntamientos gobernados por El PI.
El Pi debe hacer una reflexión: "Si la gente se va de El Pi sin dejar el acta de regidor, el problema debe ser El PI, de lo contrario entregarían el acta y se irían a su casa"... Santanyí, Lloret, Pollença, Lloseta, Andratx...
}continuación} Entiendo por transfuga a todo aquel que ocupa un cargo público y que deja de ubicarse en el grupo político por el cual ha sido elegido para cambiar a otro distinto del que inicialmente formaba parte. Esto se agrava en aquellos supuestos donde el transfuga provoca un cambio de gobierno, vulnerando un legítimo resultado electoral--lo que no han hecho estas dos concejalas--.
Los principios básicos de la ética y los valores democráticos referente a cuestiones como la libertad de expresión, la libertad para intervenir, la libertad para discrepar y la libertad para requerir información y ser informados, deben ser respetados siempre, especialmente cuando ello se hace de forma razonada, fundamentada y motivada. Y frente a comportamientos de desconsideración, de descortesía, del "obedece y acata" hay que ser valientes para denunciarlo, transparentes para argumentarlo; además de razonarlo y cristalinos para demostrarlo. Las dos exconcejalas del PI ahora adscritas al grupo mixto no han tomado esta decisión de darse de baja de su partido porque ya no les mueve ni la ilusión, ni el trabajo, ni el compromiso por Lloseta. Esta medida comprensible no es tampoco por una rabieta, porque no hay nada que aconseje peor a las personas que el sentimiento de despecho. El problema ha sido, simplemente, que algunos pretendían un imposible. Entiendo por transfuga a todo aque
Lloseta, Pollensa, Ses Salines, Muro, Inca... en todos los pueblos hay problemas entre la gente del PI. ¿No serà que el verdadero problema de este partido es Jaime Font?
A branca de magraner mes val esta totsol que en segons quines companyes.
Sa quedará en Font totsolet!!!!!!!!