Los vecinos advierten del peligro que supone la proliferación de cabras silvestres en las zonas urbanas. Aseguran que han avistado grupos de hasta veinte ejemplares y denuncian la inactividad de Medi Ambient para revertir esta problemática que causa también daños patrimoniales. | UH

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Las cabras silvestres campan a sus anchas por las calles, aceras y jardines de la Cala Sant Vicenç de Pollença.

Así lo denuncia el presidente de la asociación de vecinos local, Xisco Mas, que advierte de que la presencia masiva de cabras «supone un peligro para a gente y para el entorno» y denuncia la «inactividad» de la Conselleria de Medi Ambient a la hora de atajar esta problemática.

El problema no es nuevo esta temporada, pero se ha ido agudizando con el paso de los años. «No solo suponen un peligro para los vecinos y viandantes sino que además causan daños al patrimonio, derribando paredes de pedra en sec», dice Mas.

En los años de mayor sequía las cabras también invadieron otras zonas del Port de Pollença, pero el cerramiento de una finca y el descaste autorizado de algunos ejemplares ha frenado esta problemática en la zona de Bóquer, no así en Cala Sant Vicenç.

Refugios urbanos

Joan Manera, director insular de Caça explica que su departamento autoriza los descastes que se les solicitan pero indica que el problema (no solo de la Cala Sant Vicenç sino de otras zonas ?periurbanas? de toda Mallorca) es que las cabras encuentran en los solares de urbanizaciones pendientes de edificar un refugio ideal.

«Para autorizar el desacaste nos lo tiene que solicitar el propietario de la finca en la que están las cabras y en estos casos muchas veces los propietarios están ilocalizables», dice Manera. «En la Serra alta ahora tenemos una densidad pequeña pero las cabras proliferan en las urbanizaciones donde hay suelo sin desarrollar»,añade.

Más facilidades para realizar descastes desde el 3 de julio

Una resolución aprobada el pasado 3 de julio por el Consell convierte en cotos de caza mayor los vedados de 150 hectáreas (cuando son de un solo propietario) y de 300 hectáreas (para más) en los que hasta ahora solo se permitía la caza menor lo que amplía la posibilidad de autorizar descastes.