Dicho establecimiento no disponía de la preceptiva autorización urbanística en suelo rústico protegido ni contaba con el informe favorable del organismo gestor del Paraje Natural. Además, los promotores del bar habían instalado una terraza de madera ilegal que «multiplicaba casi por cinco las dimensiones del proyecto presentado inicialmente en el Ajuntament en 2015», tal y como han explicado desde la Agència.
No obstante, «una vez que el Consistorio de Pollença ha enviado la documentación acreditativa de que ahora el establecimiento sí cumple con la legalidad urbanística, la orden de paralización ha quedado levantada», concluyen.
Por su parte, el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre (Tots), explicó que el bar tenía la autorización municipal pertinente pero que «tuvo que cambiar su ubicación a causa de las obras de mejora de infraestructuras del Consell». Además, asevera que «el Ajuntament ha hecho todos los informes necesarios para que se levante el precinto y el negocio vuelva a tener actividad en su ubicación original».
4 comentarios
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Resulta com a mínim curiós... L’Ajuntament no és gaire ràpid realitzant tràmits. En aquest cas, la velocitat ha estat digne den Superman.
Don dinero lo consigue todo,vergonzoso como siempre
En las Balerares hay dos clases de personas, los que trabajan y los que se dedican a hacerles la vida imposible a los que trabajan.
Menosmal que posam un poc de seny... Ja esta be, de prohibir, que no veis que aqui vivim d,aixo ...