La presidenta del Govern, Francina Armengol, inició este miércoles una ronda de reuniones con los alcaldes responsables de las zonas del Llevant y Migjorn. Los alcaldes mostraron su preocupación por el sector turístico y pidieron la reactivación de los remanentes de tesorería acumulados.

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La Federació d'Entitats Locals de les Illes Balears (FELIB) abrirá un debate entre los alcaldes para decidir el nuevo formato de las fiestas patronales, que serán atípicas y poco tendrán que ver con las tradicionales verbenas de verano.

Así lo explicó este miércoles el presidente de la FELIB, Antoni Salas, después de la reunión que mantuvieron la presidenta del Govern, Francina Armengol; la presidenta del Consell, Catalina Cladera, y el propio Salas con los alcaldes de las comarcas de Migjorn y Llevant.

Durante el encuentro, Armengol pidió que eviten las aglomeraciones este verano y se abrió el debate sobre el futuro de las fiestas.

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Salas apuntó a que será necesario crear unas directrices únicas para todos los municipios a la vez que se estudia la evolución del coronavirus y las pautas sanitarias que se marquen en cada momento. Salas avanzó que «es muy probable que las fiestas no se puedan hacer» y añadió que «algunas empresas de espectáculos ya han ofrecido actos para fiestas virtuales». Otra opción sería «la de organizar eventos con aforo limitado y sortear las entradas o hacer conciertos en la plaza que se retransmitan por redes sociales».

La alcaldesa de Santanyí, Maria Pons, explicó que «nosotros empezamos las fiestas en junio en Porto Petro y no paramos hasta finales de septiembre en Calonge, pero este año ya sabemos que nos tendremos que reinventar. En algunos núcleos se concentran más de 1.000 personas en las cenas populares o más de 3.000 con los fuegos artificiales de Cala d'Or y esta situación será inviable». Además, Pons añadió que «los ayuntamientos no estamos capacitados para controlar la afluencia de gente que pueda venir a las fiestas» y apuesta por «organizar un gran fiesta para los vecinos cuando la crisis del coronavirus haya pasado».

Por otra parte, durante la reunión, los alcaldes también aprovecharon para realizar reclamaciones a Armengol. Coincidieron en mostrar su preocupación por como se verá afectado el sector turístico esta temporada y volvieron a insistir en la reactivación de los remanentes de tesorería acumulados. También expusieron que los ayuntamientos verán reducidos sus ingresos por las bonificaciones en los impuestos. El alcalde de Artà, Manolo Galán, consideró que «la reunión ha ido muy bien y cada Ajuntament ha podido exponer las problemáticas que afectan a su municipio que son, básicamente, económicas, y preocupa como se desarrollarán los ERTE en zona costera».

Natalia Troya, de Son Servera, al igual que Pons, mostró su «preocupación por los trabajadores del sector turístico y sector servicios». También preguntaron sobre las escoletes y las escuelas de verano, cuyo funcionamiento se decidirá en una reunión prevista para mañana viernes.