Imagen de los cinco miembros del grupo municipal del PP en el Ajuntament de Calvià. | PAM

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Todavía no crepitan las llamas, pero una cena entre algunos afiliados ha bastado para airear las brasas que, desde la crisis vivida a finales del año pasado, todavía arden en el seno del PP de Calvià, dirigido desde entonces por una gestora.

La convocatoria de una cena de partido en el polideportivo de Magaluf, de la que algunos militantes manifiestan sentirse «excluidos», a la que asistieron el presidente del PP en Balears y su homólogo en Mallorca, Biel Company y Jeroni Salom, respectivamente; pero no los concejales críticos con la portavoz popular en el pleno del Ajuntament, Luisa Jiménez, ni el presidente de la gestora, José Miguel Fabregat, ha vuelto a tensionar a los populares en Calvià. Hasta el punto en que destacados afiliados que no se dieron de baja en diciembre, valoran abandonar ahora la formación y crear un nuevo partido de centroderecha que aglutine a descontentos con el PP, Cs y Vox. O, en el mejor de los casos, sentar las bases para hacer un grupo de oposición dentro del mismo PP y presentar un candidato alternativo cuando llegue el momento de las primarias. Asimismo, fuentes de este grupo de críticos con la actual línea política del PP, aseguran que la mencionada junta gestora todavía no se ha constituido, ni reunido. Un extremo que Jiménez rechaza.

Según Jiménez, desde diciembre la gestora se ha reunido dos veces «una en Palma y otra en la sede de Calvià». En cuanto a la mencionada cena, también niega que se discriminara a nadie. La portavoz del PP en el Consistorio señala que, en su condición también de «secretaria de la gestora», convocó sólo a los afiliados residentes en Magaluf, porque el objeto de la reunión se enmarcaba en el proceso de zonificación territorial que el partido ha iniciado para sentar las bases de su acción política. Jiménez asegura que si no se invitó a más gente fue por las limitaciones de aforo existentes.