Un grupo de mallorquines emprendió el camino de Santiago el pasado 8 de abril saliendo desde Lluc, donde está instalado desde 2018 el monolito que indica el kilómetro cero de la ruta. | Julián Aguirre

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Dos rutas senderistas de Mallorca, el Camí de Lluc y el Camí Lul·lià, formarán parte de la red de caminos que integran la peregrinación del Camino de Santiago desde diversas provincias hasta la capital de Galicia. El Cabildo de la catedral de Santiago de Compostela ha dado el visto bueno a la propuesta presentada por Jaume Alemany Pascual, presidente de la Asociación Camí de Santiago–Mallorca y sacerdote de la prisión de Palma.

La noticia, anunciada estos días mediante un comunicado por el delegado de Peregrinaciones de la Catedral de Santiago de Compostela, Segundo L. Pérez, ha cogido a Alemany precisamente realizando el camino por la Península, un recorrido que realiza entre cuatro y seis veces al año, una de ellas junto con un grupo de reclusos de la cárcel de Palma.

Buena acogida

«Estamos muy contentos de que se acepte esta petición que realizamos hace casi dos años, justo antes de que estallara la pandemia. De este modo, los que inicien el recorrido saliendo desde Lluc o desde Cura podrán sumar estos kilómetros a los que realicen en la Península, a la vez que creamos una red de caminos en Mallorca cuya meta es llegar a Santiago», comenta el cura mallorquín, quien fue nombrado canónigo honorario de la catedral de Santiago por la promoción que realiza de esta ruta de peregrinaje.

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Los itinerarios insulares

El Camí de Lluc, con un recorrido hasta Palma de 47 kilómetros, comienza en el Santuari de Lluc, donde en septiembre de 2018 los rotarios instalaron un monolito que indica el punto de partida, y una distancia de 1.360 km hasta Santiago. Desde Lluc, la ruta continúa hacia Selva, Biniamar, Lloseta, Binissalem, Consell, Santa Maria y Marratxí, con parada en las parroquias palmesanas de es Rafal y Sant Jaume, antes de llegar al puerto para coger el barco hasta la Península.

Por otro lado, el Camí Lul·lià, con 30 kilómetros, parte en el Santuari de Cura, en Algaida, pasa por la ermita de Nostra Senyora de Gràcia, sigue hacia Llucmajor, Sant Jordi, la parroquia de es Rafal y el convento de Sant Francesc, siguiendo los pasos del ilustre Ramon Llull. «Ambas rutas tendrán como destino en la Península el municipio de Amposta, en Tarragona, para continuar con el llamado camino catalán en dirección a Logroño y allí enlazar con el camino francés hasta llegar a Santiago.

La pasión del sacerdote Jaume Alemany por este recorrido espiritual se remonta a 2003, cuando fundó la Asociación Camino de Santiago–Mallorca y comenzó a organizar salidas para divulgar la peregrinación. Cada año se suman a ella unos 300 mallorquines, a pie, en bus o combinando ambos medios. En 2020, debido a las restricciones por la COVID–19, muchos realizaron el recorrido por los caminos de Mallorca.