Monumento descontextualizado. El monumento erigido en 1938 en honor a los caídos en la Guerra Civil fue descontextualizado de cualquier signo franquista en 1991. De su base se borraron los nombres de los vecinos que perdieron la vida durante la contienda. | PAM

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El Ajuntament de Bunyola tiene previsto desmantelar antes de que expire el presente mes de agosto la cruz erigida en 1938 en honor a los caídos en la Guerra Civil. Y ante la duda surgida sobre qué colocar en el lugar del monumento «franquista», el Consistorio ha abierto una consulta popular (bautizada como ‘Què hi posam?') para que sean los vecinos del municipio quienes decidan el remplazo de la cruz. Hasta el 31 de agosto, los residentes en Bunyola pueden mandar sus propuestas y sugerencias al correo participaciociutadana@ajbunyola.net. Hasta que se decida qué poner, sobre la peana que actualmente sostiene la cruz figurará un olivo, «símbolo de la paz», recuerdan desde el Ayuntamiento.

El alcalde de Bunyola, Andreu Bujosa (EOB), asegura que, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y una vez adoptado en el acuerdo en la junta de gobierno municipal, el desmonte del monumento será una realidad antes de final de mes. «Las obras ya sólo están pendientes del plan de seguridad y coordinación», señala Bujosa. En cuanto a la consulta popular abierta y a las sugerencias que de ella se deriven, el alcalde apunta que se valorarán, sobre todo, dos aspectos: «Por un lado que se trate de un proyecto realizable en función de los recursos municipales. Y, por el otro, que sea un proyecto en línea con los programas electorales de las dos formaciones que conforman el equipo de gobierno», reconoce el munícipe.

La resolución del derribo del símbolo franquista, descontextualizado en 1991 de cualquier signo que recordara a la guerra o la posterior dictadura militar (de su base fueron eliminados los nombres de los vecinos que perdieron la vida durante la Guerra Civil), llegó el pasado mes de abril, después de que en un último esfuerzo, casi desesperado, PP y Vox intentaran salvaguardar el monumento.

Hace un año, el pleno del Ajuntament de Bunyola rechazó una moción conjunta de los dos partidos mencionados que tenía por objetivo el mantenimiento y protección de la cruz. En su propuesta, PP y Vox solicitaban al consistorio gobernado por Esquerra Oberta de Bunyola (EOB) y el PSOE declarar que la Cruz de los Caídos «no constituye un monumento de odio ni enfrentamiento entre españoles, sino de recuerdo entre aquellos vecinos de Bunyola que lucharon por España en uno y otro bando, sin exaltación de los enfrentados, siendo un símbolo de concordia y un elemento fundamental para la compresión de la historia de nuestro pueblo», sostenía entonces Vox y PP.

La propuesta también pedía que se reconociera el «valor histórico y patrimonial» de la cruz. En este sentido, la oposición exigía que el gobierno municipal instara al Consell de Mallorca a iniciar los trámites pertinentes para, previo estudio de la Comisión Insular de Patrimonio, catalogar el monolito como Bien de Interés Cultural (BIC).
Sin embargo, lo único factible a día de hoy es el desmantelamiento del monumento que, de cumplirse el plazo previsto, será una realidad en menos de 15 días.