Una enfermedad que saltó de conejos a liebres. La mixomatosis es una infección vírica que afecta habitualmente a los conejos y que en 2018 la Societat de Caçadors de Santanyí detectó en liebres. Si se halla un ejemplar enfermo, se debe informar al Servei de Caça (Teléfono: 971 219 846 / 854). | Sebastià Torrrens

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La población de liebres en Mallorca se está recuperando este año, tras la drástica caída en el censo de esta especie detectada por el Consell de Mallorca y los propios cazadores desde finales del verano de 2020. Un año después, la incidencia de la enfermedad mortal de la mixomatosis hizo temer por la desaparición de esta especie y el Consell de Caça acordó tomar medidas; entre ellas, limitar su caza a las modalidades de cetrería y ca llebrer y prohibir el uso de escopetas.

Este viernes se reúne el Consell de Caça, un órgano consultivo de la dirección insular de Caça, formado por representantes del Consell y de las administraciones, Federación de Caza, asociaciones de cazadores y el grupo ecologista GOB. La propuesta del Consell será mantener estas restricciones vigentes para que se pueda remontar en positivo la curva de crecimiento de la población de liebres. «La caza con halcones y ca llebrer suponen menos del 1,5 por ciento de la presión sobre la liebre y tienen un gran valor patrimonial», apunta el departamento de Promoció Econòmica i Desenvolupament Local.

Tras la caída de 2021, el Servei de Caça i Pesca Fluvial ha analizado las datos provisionales obtenidos de los censos prereproductores de liebre de esta primavera y ha detectado un punto de inflexión. Las comarcas cinegéticas donde es más habitual la presencia de liebres –marinas, la Serra y el Pla– se ha contabilizado una densidad de población de 0,17. En 2018, esta cifra era de 0,30, mientras que en 2020 pasó a 0,27 y en 2021 cayó en picado hasta el    0,16, levantado todas las alarmas. Además de restringir la caza a las dos artes mencionadas, también se limitó a dos ejemplares por cazador y día, además de avanzar el inicio del periodo de veda. Así, se prohibió la caza de liebre con escopeta, una modalidad que suponía casi todo el volumen de    capturas.

En 2021 el Consell volvió a censar la población de liebres, aunque el censo se realiza de forma bianual y no correspondía hasta 2022, «porque la situación requería tener datos reales y estos demuestran que se está frenando la tendencia a la baja». El Consell considera que las medidas aplicadas entonces, junto con la gestión ambiental realizada por el propio colectivo de los cazadores, han permitido frenar los parámetros de mortalidad causados por la mixomatosis. Cabe recordar que si se detecta un ejemplar con síntomas de esta enfermedad vírica se debe informar a los agentes del Servei de Caça.