Vista general del interior del templo de Sant Marçal durante la misa en honor al patrón.  | Amalia Estabén

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La festividad de Sant Marçal, abogat contra tot mal y patrón del municipio, fue celebrado ayer en el transcurso de la tradicional romería, a la que asistieron numerosos vecinos y gentes venidas de otros pueblos de la Isla. A las 10.30 hubo la plantada de los gegants siurells, Bet y Marçal y a continuación a los sones de los xeremiers, fueron llegando las autoridades, encabezadas por la presidenta del Govern, Francina Armengol, quien estuvo acompañada por el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot (PSOE); conseller insular, Javier de Juan, además del portavoz del PP en el Consell, Llorenç Galmes, el diputado del PI Josep Meliá y otras autoridades locales.

En el templo, adornado para la ocasión con las macetas de hortensias gigantes, algunas menos que en otros años, se celebró la misa que presidió el rector, Emilio Ramos. La homilía estuvo a cargo del diácono permanente, Lluis Florit y antes del ofertorio no faltaron el Ball de l'Oferta y las ofrendas a cargo de varios vecinos de los núcleos que componen el municipio.

Decenas de fieles veneraron la reliquia del santo en el interior del templo.

Los romeros descansan en el exterior de la iglesia de Sant Marçal.

Acabadas éstas, los asistentes que llenaban el templo, pasaron a venerar la reliquia del santo, a los que se les ofreció una estampa. A la salida, los romeros pasaron a la explanada, para presenciar el baile de gigantes. Este año, faltó uno de los atractivos de la romería: la albahaca, que perfumaba el ambiente dándole un significado muy especial. No obstante, hubo venta de helado artesano para refrescarse del fuerte calor que hizo a mediodía.