Las excavaciones se iniciaron en el mes de diciembre y han finalizado en el mes de abril.

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Los hallazgos de la última campaña de intervención arqueológica en el conjunto patrimonial de Bellpuig, en Artà, demuestran que hubo ocupación en época prehistórica. Los técnicos tenían indicios de este asentamiento y por ello se ha profundizado para destapar toda la historia de este yacimiento. Las obras empezaron en el mes de diciembre y han finalizado en abril y se han destinado un total de 280.000 euros.

El Departament de Cultura,Patrimoni y Política Lingüística del Consell ha impulsado la rehabilitación de todo el conjunto y las excavaciones ha permitido documentar estratos y estructuras que aportan datos nuevos sobre la evolución del lugar. El equipo que ha llevado a cabo estos trabajos ha estado coordinado por Cesc Busquets, de la empresa ATICS.

El teatro de Artà acogió una conferencia a cargo de Cesc Busquets para explicar los diferentes hallazgos. Así se han localizado restos de cerámica de cocción reducida y mixta que demuestran la ocupación de este lugar durante la época prehistórica. Además los periodos tardo antiguo y islámico (siglo VI-XII) se encuentran representados a través de algunos muros y una importante necrópolis. En total, según explicaron, se han localizado 41 unidades funerarias de las cuales se han excavado 22 en diferentes espacios del yacimiento. También se han encontrado 4 silos con materiales cerámicos que hacían la función de vertederos, atribuidas en el siglo XIV.

Asimismo se han recuperado algunos elementos compatibles con la Guerra Civil Española o el circuito estratégico de la II Guerra Mundial. Son 20 vainas reglamentarias de Sevilla, una cuchara de contexto militar, una lata de conserva del norte peninsular, una baldosa anterior a la Guerra, una botella de Palmil Jiménez (aceite de ricino) y fragmentos de mina Lafitte. La intervención también ha evidenciado la reorganización del espacio a través de los siglos. Bellpuig pasó de ser un priorato a transformarse en una casa de pagés que poco después evolucionó hacia un complejo con una función más agropecuaria que residencial.

Los trabajos a partir de ahora consistirán en la consolidación de los muros de la cuarta y última estancia así como la restauración de la cubierta. Esta intervención se prolongará hasta el mes de octubre y tiene un coste de 260.000 euros, de los cuales más de 100.000 euros proceden de los fondos europeos. En 2018 se empezó a ejecutar la consolidación de los muros de las tres primeras dependencias.