Imagen de archivo del tren de Sóller.

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Los trabajadores del Tren de Sóller han decidido 'in extremis' suspender «por la seguridad de los usuarios de los trenes y las personas trabajadoras» la huelga prevista para este martes y miércoles. En principio se mantiene la convocatoria de huelga para los días 29 y 30 de agosto y del 7 al 9 de septiembre. Joan Mateu Gelabert, del Comité de Huelga, asegura que la decisión se ha adoptado porque «que en el nombramiento de personal para cubrir los servicios mínimos decretados con motivo de la jornadas de huelga, no se han tenido en cuenta los requisitos de seguridad en la circulación de trenes establecidos en el Reglamento de Circulación»

«El comité de huelga, con la aprobación de la asamblea reunida anoche, en un gesto de responsabilidad por la seguridad de las personas usuarias de los trenes que se hayan establecido y de las personas trabajadoras que deban cubrir estos servicios, ha decidido suspender la huelga de los días 22 y 23 de agosto», dice en un comunicado.

La patronal y los trabajadores se reunieron el viernes en el Tribunal de Arbitraje y Mediación de Baleares (Tamib) sin llegar a un acuerdo y ayer retomaron las negociaciones a primera hora de la mañana también sin éxito. El coordinador de CCOO de Servicios Ferroviarios de Mallorca, Miguel Àngel Vadell, dijo ayer o a Europa Press que ha sido la empresa la que ha roto la negociación «unilateralmente» y que «no ha querido tocar nada» sobre temas de seguridad ferroviaria, temporalidad y condiciones de trabajo.

Tras la prórroga de la semana pasada, los sindicatos de UGT, CCOO y STEI se habían sentado a la mesa con una nueva propuesta con la que se han «rebajado las exigencias». Uno de los puntos claves de la negociación, el cobro del complemento de antigüedad que «más del 70 por ciento no tiene», se había «reformulado», según ha explicado el coordinador de CCOO. «se ha pasado de pedir un complemento progresivo para los nuevos empleados, sin tocar el de los más antiguos, a rebajar la proporcionalidad de los nuevos y congelar a los viejos a tres o cuatro años de la jubilación, para ahorrar a la empresa los salarios más altos por antigüedad», dijo.

Garantías de seguridad

Por su parte al finalizar la reunión la patronal emitió este lunes un comunicado en el que respondía a «algunas afirmaciones erróneas» para «brindar una visión precisa de la situación». Afirmó que «la seguridad de los usuarios está garantizada», ya que en el Reglamento de Circulación están «debidamente registrados y bajo supervisión de la Dirección General de Transportes desde 2015».

También defendió que, por su parte, ha trabajado «arduamente» para presentar una propuesta atractiva en el contexto de las negociaciones, contemplando un aumento del 11,5 por ciento para todos los trabajadores en un período de tres años, más el incremento del 3,5 por ciento de 2022. Destacó que «las propuestas de la Dirección han sido abordadas de manera individual por el Comité, ya que cada organización sindical (UGT y CCOO) tiene sus propias perspectivas».

«Somos conscientes de que los 28 trabajadores (un 25 por ciento de la plantilla) han optado por buscar asesoramiento legal y presentar demandas contra la empresa, específicamente sobre la cuestión de la antigüedad. La Dirección respeta el derecho de los trabajadores a buscar tutela judicial efectiva y responderá en la instancia judicial correspondiente, pero no se pueden asumir costes que pongan en peligro la estabilidad de la empresa», concluyó.

Se preveía un 75 por ciento de servicios mínimos con tres frecuencias desde Palma y tres desde Sóller para cada jornada de huelga, cuando lo habitual son cuatro desde cada uno de los puntos. En cuanto a los servicios contratados por turoperadores, todos estaban cancelados los días de las huelgas por pertenecer al ámbito privado.