Muchos de los vertidos se encuentran cerca de las papeleras, un hecho totalmente «ilegal», según explican los alcaldes.

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El incivismo de unos cuantos vecinos de Lloseta, Maria de la Salut y Muro ha dejado en las últimas semanas estampas como las que se ven en las imágenes adjuntas. Montones de bolsas de basura se acumulan a diario en una docena de puntos, en su mayoría al lado de papeleras de los tres municipios, una situación que ya preocupa a los alcaldes.

«Es un doble problema, porque no solo es que dejen las bolsas en medio de la calle, con el problema sanitario que ello implica, sino que también mezclan todos los residuos sin separar papel, cristal y plástico», lamenta la alcaldesa de Lloseta, Angelina Pérez, quién explica que en el municipio es un problema que «se viene dando desde hace mucho tiempo». El Ajuntament ha detectado hasta cinco puntos donde los vecinos dejan la basura de manera ilegal, entre ellos al lado de les Cases de la Vila, la avenida del Cocó y la calle Morull.

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En el caso de Muro, el Ajuntament ha detectado el mismo número de vertidos (cinco), en ubicaciones cercanas al edificio de la tercera edad, l’Esglesieta de la Sang y también al lado del Teatre Municipal, en la calle de Joan Carles I, assegura el alcalde, Miquel Porquer. «El mal comportamiento de unos pocos, repercute en la factura de todos, porque cuanto menos se recicla, más tiene que pagar el municipio por incineración de residuos», lamenta Porquer.

Por otro lado, en Maria de la Salut los vertidos se han detectado en en los caminos de fora vila, como el camino des Infernets (Baix de Roqueta), una situación que se ha multiplicado en las últimas semanas según informa el Ajuntament. De hecho, la Policía de Maria ha vigilado la zona y ha conseguido ‘pillar’ a unos cuantos vecinos dejando las bolsas y les han multado con sanciones de hasta 300 euros. Esta es una de las medidas que se han planteado también los alclades de Muro y Lloseta, aunque admiten que es complicado hallar a los vecinos en el acto.

Aún así, en Lloseta ya se han puesto manos a la obra y han creado un grupo de WhatsApp con representantes de la empresa de recogida. La alcaldesa y los regidores, cuando ven un vertido avisan a través de este canal, aunque la primera opción no es que se retire de inmediato «para evitar que se acostumbren y continúen haciéndolo», explica Pérez. En Muro, la primera medida ha sido la misma. Además, ambos municipios harán campañas de concienciación a los vecinos.