La gata tuvo que ser operada de urgencia. | R.P.F.

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La asociación animalista Gaticos y Perretes de Mallorca ha interpuesto una denuncia ante el Seprona en la que acusa al veterinario municipal de Llucmajor de incumplir con sus obligaciones.

En este sentido, la presidenta de la entidad, Elvira García, presentó la denuncia el pasado 27 de diciembre después de que el profesional no atendiera a una gata malherida durante el puente de este mismo mes. Según explica García en la denuncia «una particular encontró en el término de LLucmajor, junto al IES, una gata de color atigrada de unos siete meses de edad con una herida y una pata fracturada. Dicha particular se puso en contacto conmigo y le di el número telefónico del veterinario municipal, que es el único que presta servicios al ayuntamiento, para que se hiciera cargo de la misma. Éste no le cogió el teléfono y al día le siguiente le contesto por Whatsapp diciendo que estaba de puente y que no podía ayudarle hasta el lunes siguiente».

Esta situación supone para García «no cumplir con su contracto» y además «que el Ajuntament incumpla la nueva ley de bienestar animal». García remarcó que «la atención de los animales domésticos es competencia del ayuntamiento» y señaló que «el Ajuntament debería ahora hacerse cargo del dinero que costó la operación y el cuidado de la gata» puesto que el animal tuvo que ser trasladado a otra clínica «de urgencia ya que se temía por su vida», concluye.

En total, la factura del veterinario supera los 480 euros e incluye una cirugía traumatológica, analíticas, pruebas radiodiagnósticas o analíticas entre otras. La denuncia también se ha hecho extensiva al colegio de veterinarios de las Baleares.

Respuesta

Por su parte, desde el Ajuntament apuntan a la mala comunicación como la causa de esta situación y afirman que «en ningún momento se hizo saber al veterinario que el animal en cuestión había sido encontrado en la calle, sino que se dio a entender que el animal era de propiedad privada por lo que el veterinario, que no estaba operativo en el momento, no le atendió al instante». En este sentido señalan que «de haber sabido la situación de la gata se habría atendido al instante al animal, como es nuestra obligación».