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Porto Cristo se convirtió ayer en un escaparate al aire libre. Con el mar de fondo y como claro protagonista de la jornada, la tercera edición de la fira PORTes OBERTes congregó a un numeroso público en su primer día.

Paradas de productos artesanos, talleres para los más pequeños, charlas medioambientales, y como no, náutica. Barcos de recreo, embarcaciones y herramientas tradicionales, exposiciones de fotografías o una colección de maquetas de embarcaciones tradicionales llenaron todo el paseo del Moll de la localidad. A la cita tampoco faltaron muchas empresas locales y del sector náutico que aprovecharon para mostrar sus productos a los visitantes que no dejaron de llegar durante todo el día. La jornada empezó a las 10 horas pero se alargó hasta la tarde. La regata de vela organizada por el Club Nàutic a beneficio de ELA Baleares y su tardeo posterior, cerraron el día de la mejor manera. Pese a la gran oferta, uno de los principales atractivos de esta feria fue ‘La Balear'. La tradicional barca de bou mallorquina amarró en el puerto de Porto Cristo para que todos las personas que quisieran pudieran subir a bordo y descubrir cada uno de sus detalles.

Porto Cristo sacó a la calle todo su potencial náutico, turístico y cultural, sus señas de identidad. A través de un gran y diverso número de actos, la localidad costera consolida esta feria como una buena manera de dar a conocer lo que tiene para ofrecer.



Visitantes y comerciantes se mostraron satisfechos con la iniciativa y coincidieron en señalar la buena acogida de la muestra. Turistas pero también muchos vecinos pasearon por un Porto Cristo abierto al mundo.

Hoy, domingo, los actos enmarcados en esta fira continuaran durante toda la mañana. A las paradas y expositores preparados se sumarán más actividades infantiles así como una Rueta marinera o un cuenta cuentos musicado.