Las familias se manifestaron este martes delante de la residencia DomusVi Can Carbonell. | R.L.

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Una decena de familias se manifestaron este martes frente a la residencia DomusVi Can Carbonell en Marratxí, exigiendo la dimisión de la dirección del centro. Los manifestantes acusaron a la residencia de «no cumplir con los cuidados básicos de los ancianos», señalando deficiencias en la atención brindada a los usuarios.

Entre las principales quejas expresadas se incluyen «la falta de aseo personal adecuado, la aparición de golpes inexplicables en los usuarios, la insuficiente atención médica, la carencia de información sobre la salud de los residentes y una dieta inadecuada». Vanesa Álvarez, nieta de una residente de 84 años con alzheimer y alto grado de dependencia, denunció un incidente en el que su abuela fue servida con un plato de macarrones, «a pesar del riesgo de atragantamiento que esto suponía en su condición».

El centro, que tiene la mayoría de sus plazas concertadas con el Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), ha sido objeto de inspección por parte del IMAS a raíz de una denuncia presentada en diciembre por esta familiar.

La inspección culminó en un informe técnico que confirmó deficiencias en la dieta ofrecida a los residentes. Actualmente, el centro dispone de un período para corregir estas irregularidades antes de enfrentarse a posibles sanciones por parte del IMAS. Desde la administración pública se ha confirmado la situación, aunque se apela al plazo otorgado al centro para solventar las deficiencias, asegurando que no se considera que la vida de los residentes esté en peligro. Sin embargo, Álvarez y otros familiares han expresado preocupación por las posibles represalias que podrían sufrir aquellos que denuncien, ya que aseguran que algunos ya han sido privados de información sobre el estado de sus seres queridos. Cabe recordar que la residencia ya estuvo intervenida durante la pandemia por un brote de COVID-19 descontrolado.